~Metamorfos~

Nombre: Ssandey Seuro
Avatar: Nathalie Emmanuel
Enfermedad Psicológica: Trastorno narcisista de la personalidad (TNP)
Historia: Ssandey Seuro siempre había poseído algo que todos habían considerado como un don pero que ella quería sacar de su mente. Hablamos de un síndrome particular... el Síndrome de savant que la otorgaba de una inteligencia más que prodigiosa pero que iba acompañada de quiebros mentales, la gente solo veía en ella una chica reservada, que no se relacionaba con nadie pero con una capacidad mental inigualable... lo que en ella no veía así, su mente no paraba de trabajar, todos los días a todas horas, cada segundo estaba analizando todo a su alrededor y eso la agotaba, quería deshacerse de ese don.

La vida de Ssandey había sido una vida normal, intentaba limitar esa inteligencia por miedo a que la usaran. Estudió Artes y tocaba el piano con suma facilidad sin necesidad de haber ido nunca a una sola clase, pero era brillante, le encanta por una razón en particular, solo cuando tocaba el piano, cuando escuchaba su precioso sonido, su mente desconectaba, solo se centraba en las teclas, la ansiedad que le provocaba el trabajo que hacía su mente se disipaba, era feliz entonces.

Habia conseguido pasar desapercibida hasta los 18 años, pero algo ocurrió entonces. Sus padres murieron una fría noche de febrero, la policía lo dejó archivado como un simple accidente de coche, pero la lúcida mente de Ssandey descubrió mucho más: sus padres habían sido asesinados por lo que habían descubierto en su trabajo. Los dos eran ingenieros químicos en una de las empresas mas importantes del mundo: Citrox. Descubrieron algo que no querian que se descubriera, algo que no podía salir a la luz, la empresa trabajaba con seres humanos, intentando convertirlos en armas, ellos lo descubrieron y por eso fueron asesinados.

Ssandey tenia que descubrir todo aquello y con esa presión surgió en su mente algo más, una voz independiente a ella que no la dejaba en paz, día tras día le hablaba, la aconsejaba o solo la molestaba. Era como otra persona hablando con ella pero en su interior. Sin embargo aquella voz secundaria, supuso una gran ayuda, cuando Ssandey se enfrentaba a algun reto más complejo de lo normal durante su investigacion esa voz salía de su cabeza para transformarse en una proyeccion de ella misma, si, como si viera a otra persona real con su mismo aspecto, igual que ella, como si se viera a si misma, aunque algo diferente, con otra personalidad, más arrogante, que la ayudaba desde fuera. Como si su voz y ella se pusieran de acuerdo para trabajar juntas.

Así consiguio reunir pruebas y llegar a una conclusión, descubrió a los verdaderos asesinos. Lo llevó a la policía pero estos no le creyeron. Ssandey volvió a su casa, relativamente sola, ya que su voz la acompañaba.

Dos meses después una llamada la sorprendió, se trataba de algo grande. La llamada provenía de la CIA, ellos creian en su investigación.

Ssandey se reunió con ellos, pero a pesar de su inteligencia, cegada por el éxito, no sé dio cuenta de que solo querian utilizarla, de que habian visto en ella el potencial para acabar con los enemigos del Estado, sin embargo Massy (como llamaba a su voz interior) no dejaba de advertirle que era una trampa, pero no le hizo caso. La CIA le ofreció un trabajo como analista, y ella aceptó, la entrenaron como agente mientras descubrían poco a poco el síndrome que ella padecía. Y tras ello comenzaron a utilizarla, hacia el trabajo encantada, hasta le dieron un piano de cola para sus ratos libres, Massy no estaba de acuerdo y no paraba de decirselo pero la callaba tocando. Sin embargo cada vez abusaban más de su don, mas y más, su cabeza no podia asimilar tanto, al final no dormía, no tocaba, no la dejaban, la encerraron en una habitación pasandole datos y datos. Y si no ayudaba en las investigaciones le dejaban sin comida, sin agua y aislada, e incluso llegaban a golpearla o aplicarle descargas...

El abuso era tal que no lo aguantó, ni ella ni Massy, ambas acabaron por romperse.

Su mente se quebró al fin, y así llego a un lugar donde podia descansar, donde ella era dueña de lo que su mente analizaba si no se sobresaturaba claro, sin embargo no pudo acallar a Massy, eso era lo único malo.

Pero aquel extraño lugar al que su mente la envió era perfecto.
Especie: Metamorfa de pantera
Edad: 25 años
Bando: (Definido por user)
Fecha de entrada a Wishville: 31/08/1990

Nombre: Birk Johansson
Avatar: Skandar Keynes
Enfermedad Psicológica: Narcolepsia
Historia: Birk nació en Suecia, siendo hijo de un hombre sueco de carácter orgulloso llamado Matias Johansson, y una determinada mujer finlandesa llamada Annika Saaristo. El matrimonio fue muy precipitado al igual que su deseo de tener un hijo, y por ello los padres de Birk se separaron a los pocos años de que él naciera. Birk quedó a vivirse con su madre en Helsinki, Finlandia, y allí aprendió a hablar el finés y el inglés, pero la distancia con su padre, quien cada vez contactaba menos hizo que su sueco se fuese debilitando hasta que ya apenas sabe hablarlo. Cuando cumplió 13 años, su madre y él se vieron obligados a mudarse de Helsinki a una pequeña aldea por la zona de Urjala ya que el precio de las viviendas en la capital había subido precipitadamente, y ya únicamente los ricos y los turistas podían permitírselo.

Ese cambio fue el detonante de la cadena de sucesos que siguieron. A Birk, quién era un chico terco y bastante energético, le costaba adaptarse a vivir en una cabaña prácticamente en mitad del bosque. Francamente, era aburrido. Lo único interesante que ocurría era que de vez en cuando algún animal se colaba en el patio de su casa. En la escuela le comenzaba a costar concentrarse, y empezaba a sentirse muy cansado. Demasiado cansado. A los pocos meses comenzó a darse cuenta que le costaba mantenerse despierto, y que más de una vez se econtraba que de repente se despertaba en mitad de clase o en el patio de su casa sin recordar cuando se durmió. Y cada vez que pasaba le costaba más y más no dormirse. Annika entonces le llevó a que le diagnosticaran; y así averiguó que se trataba de Narcolepsia. Tuvo que comenzar a tomar medicamentos y cambiar su estilo de vida, y era duro, pero él no quería rendirse y creía que podía con ello si realmente lo intentaba. Su mundo se vino abajo el año que cumplió 16 años, cuando su madre murió en un accidente de tráfico.

Trató de seguir sólo un año, pero una semana después de su decimoséptimo cumpleaños, se rindió. Lo último que recordaba era haberse adentrado al bosque fuera de su casa, con la intención de no volver... Y así su mente abrió el portal a Wishville.
Especie: Metamorfo de águila
Edad: 17 años
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Fecha de entrada a Wishville: (Definido por user)

Nombre: Abigail
Avatar: Sophie Turner
Enfermedad Psicológica: Psicosis y Trastorno de Identidad Disociativo
Historia: Abigail nació en un ambiente humilde y muy normal en un círculo checo. Su familia era prácticamente perfecta, estaba conformada por un amoroso y responsable padre, una dulce y siempre fuerte madre, la tierna y juguetona hermanita menor Danielle y ella; siempre cálida y atenta. Desde un principio supo que quería vivir una vida llena de aventuras y misterios, jamás pensó que se vería envuelta en uno de una forma tan íntima. Abby siempre destacó por ser una joven centrada y muy amable, se preocupaba por los suyos y nunca les daba la espalda. Su inteligencia y fuerte espíritu lleno de lealtad le dio la gran oportunidad de trabajar como detective del gobierno para los casos más extremos de la ciudad. Porque así era ella, intensa. Adoraba la adrenalina de un buen caso; seguir las pistas de un asesinato, ir al laboratorio y encontrar al culpable. A sus veintidós jamás vio necesario el casarse o formar una familia, su mundo era su trabajo. Su pasión.

Todo iba perfecto en su vida, tenía el caso de su carrera, la llenaría de dinero, fama en su trabajo y estabilidad. Aquel caso que terminó con su vida. Se trataba de una serie de trata de mujeres y asesinatos por doquier que atemorizaron a toda la ciudad. Nadie salía de su casa por las noches, nadie menos ella quien nunca faltaba al trabajo para investigar y encontrar al culpable.

Durante varios meses siguió sus pistas, era la mejor en su trabajo, iba a cualquier lugar con el propósito de encontrar un poco de información del caso. Hasta que un día el caso llegó a su fin, estaba frente a frente con el culpable. Un hombre mayor la apuntaba con una pistola en la cabeza mientras ella entrevistaba a un repartidor de droga, tragó saliva. El lugar era oscuro y el arma sobre su cabeza la ponía a temblar con locura. Lo último que pudo recordar de ese momento fue la profunda voz del hombre.

—No debiste buscarme. Deja de seguir las pistas de un caso que te dejará en la ruina. Sigue con esto y lo lamentaras, no hay respuestas para tus preguntas.

Y la golpeó.

La inconsciencia terminó después de varias horas al estar tirada en el basurero de la ciudad. Pero eso no la detuvo. "Gajes del oficio”, pensó. No creyó que la amenaza fuera real, por lo que sin dudarlo continuó siguiendo el problema, cegada por la ambición. Estaba a nada de ser resuelto y con ello ser la mejor detective de la ciudad. Ese título no sería nada comparado con lo que le esperaba al llegar a casa; un cuerpo. Una pequeña niña pelirroja tirada en su cama bañada en sangre. Danielle, su hermanita menor con una nota sujeta a su cuello; "Advertida quedaste". Esa noche su mente no pudo más, destruyó su departamento, destruyó su oficina. Destruyó su vida. Su ser más amado había sido asesinado por su sed de poder y reconocimiento. Jamás se lo perdonaría. Durante los días siguientes no durmió, no comió, no descansó hasta encontrar al culpable de la muerte de su hermana y una vez estuvo frente a él, lo mató. Seis disparos, quince puñaladas. Solo en ese momento fue capaz de sentirse satisfecha. Meses después al cumplir veintitrés años fue internada en un hospital psiquiátrico diagnosticada con psicosis, decisión tomada por sus padre y compañeros de la policía para protegerla. ¿De qué? Como resultado del asesinato que había cometido varios familiares y compañeros del hombre la seguían para llevar a cabo su venganza.

Los meses en el hospital fueron... estresantes para Abby, comer comida asquerosa, las sesiones de paseos por la mañana en los coloridos jardines del lugar la hacían sentir inútil, como si estuviera desperdiciando su vida. En su interior sabía que con facilidad podría escapar de aquel monótono lugar, pero su corazón no se lo permitía. Por primera vez en su vida había encontrado el amor. El atractivo e inteligente psiquiatra que la trataba. Siempre la trató con dulzura y cuidado, era amable con todo el mundo. La complicidad entre ambos era tanta que el hombre al enterarse de que Abby quería escapar, la apoyó. Y hasta la ayudó a idear un plan para huir juntos.

Al cumplir veinticuatro años se llevó a cabo el plan, ambos habían escapado con éxito del hospital, pero una vez sus pies estuvieron fuera del horrible lugar el apuesto hombre le puso una pistola en la cabeza. La confusión la invadió, así como también la molestia. Quería golpearlo, morderlo, rasguñarlo, hacerlo sangrar. Lágrimas salían cual cascadas por sus platinados orbes.

—¿P-Por que me haces esto, Lucas?

Una terrorífica carcajada escapó de los labios del hombre, "pobre chica ilusa".

—¿Qué ahora no lo recuerdas? ¡Tú mataste a mi padre! ¡Tú, tú! ¡Tú pagarás! ¡Morirás!

Y disparó. El amor de su vida resultó ser un traidor, el hijo de la persona que había asesinado con tanta satisfacción. Ahora ella era asesinada de la misma forma. De pronto el dolor se fue, solo sentía... nada. La ligereza del ambiente la hizo pensar que ya estaba muerta y había llegado a aquel lugar tan conocido llamado "El cielo", que tonta. Se trataba de su segunda oportunidad; Wishville.

xPersonalidades:

Abigail (Abby): Es la personalidad principal. Es tan cálida, atenta como era en un principio, antes del accidente. Le gusta divertirse y no le importa pasar vergüenzas, suele tener una actitud desinteresada a la mayoría de situaciones que no son de su importancia. Es amorosa y cuida a los suyos, muy curiosa y apasionada hasta los huesos. Bailarina y gimnasta desde bebé.

Danielle (Elle/Ellie): Personalidad que salió a la luz el mismo día en que la pequeña hermana menor de Abby murió, por lo tanto recibe el nombre de esta; Danielle. A pesar de tener el nombre de una pequeña niña inocente y juguetona, ella es todo lo contrario. Es sería, inteligente, centrada, protectora y pocas veces cálida. Es la más madura de las personalidades y se encarga siempre de cuidar de ellas pues ha nacido de la necesidad de Abby por cuidar de los suyos. Pianista y cantante.
Especie: Metamorfo de escorpión
Edad: 24 años
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Fecha de entrada a Wishville: 22/08/2008

Nombre: Arthur Jadebreatt
Avatar: Ben Dahlhaus
Enfermedad Psicológica: Depresión
Historia: Nacido en el seno de una familia rota, cualquiera podría adivinar que la vida de Arthur Jadebreatt estaba destinada a la tragedia. Desde muy pequeño, tuvo que lidiar con la falta de cariño de sus padres y tuvo que aprender a buscarse la vida sin contar con la ayuda de nadie. Con tan solo seis años, Arthur comenzó a robarle las monedas a su padre de los bolsillos. Y a los nueve, era conocido en su pueblo por haber robado alguna que otra cartera. Esta necesidad era debida a que sus progenitores no eran los mejores ejemplos para un niño, pues su padre se dedicaba a gastar su escaso dinero en los bares y su madre era como una muñeca de trapo, abatida por su alcoholismo y adicciones. Ni siquiera Arthur se sorprendió al encontrarla muerta una noche de verano, debido a una sobredosis.

En ese entonces Arthur tan solo tenía once años y su padre no estaba en casa. Tuvo que esperar tres días hasta que este apareció. Al ver el panorama, ni siquiera unas lágrimas se escaparon de sus ojos. Su reacción fue envolver a su pareja en una manta y con la ayuda de su hijo, enterrarla en un pequeño bosque situado en las cercanías del pueblo. Arthur tampoco lloró, ni siquiera se puso triste por ella.

A pesar de la muerte de su madre, las cosas no cambiaron. Su padre se seguía ausentando para acudir a los bares y el pequeño estaba siempre solo en casa. No iba al colegio, solo salía a la calle para buscar algo de comida y no tenía amigos. En este entorno, Arthur comenzó a desarrollar problemas de baja autoestima y ansiedad, pues consideraba que todo aquello era culpa suya. “Si fuera lo suficientemente bueno, mis padres me querrían. Si fuera lo suficientemente bueno, no estaría tan solo. Si tan solo no fuera un jodido desastre. . .” Fue por aquel entonces cuando Arthur comenzó a dañarse a sí mismo: se bañaba con agua tan caliente que le quemara, golpeaba las paredes hasta hacer que sus nudillos sangraran. . . Llegó incluso a romperse la muñeca siete veces en un mismo año.

Cuando cumplió los quince años, su padre desapareció de su vida por completo. Aunque tampoco es que hubiera llegado a formar parte de ella.
Desde ese momento los pequeños robos que Arthur iba cometiendo se hicieron cada vez mayores, hasta que fue pillado por la policía y tuvo que pasar tres noches en una celda. Fue en ese lugar donde conoció a un pequeño grupo de jóvenes delincuentes: unos niños ricos que se dedicaban a gastar el dinero de sus padres en alcohol y otras sustancias, causando graves destrozos en los bares que frecuentaban. Ellos fueron liberados con bastante rapidez, pero estuvieron en la celda contigua el tiempo suficiente para que entre ellos y Arthur despertase un cierto interés. Uno de ellos pagó incluso su fianza, pues el dinero para ellos no era un problema.

Al salir, esos chicos le estaban esperando para invitarle a unas copas, pues se sentían intrigados por el chico. Lo cierto es que Arthur siempre llamaba la atención, sin ni siquiera pretenderlo. De esta forma, el joven comenzó a frecuentar lugares a los que no estaba acostumbrado y a mezclarse con gente cuyas vidas eran muy diferentes a la suya. Y debido a su falta de autoestima, aquellos chicos pudieron manipularle con bastante facilidad. Arthur comenzó a imitarles, buscando siempre agradarles. Para ello y a sabiendas de los efectos que las adicciones tenían en las personas, Arthur se inició en el mundo del alcohol y las drogas. En tan solo dos años estaba completamente enganchado a la cocaína, entre otras.
Su vida dio un giro de 180º desde entonces y su personalidad cambió por completo. Arthur se volvió un chico agresivo, egoísta, cruel incluso. Tan solo le importaba conseguir unos cuantos gramos, por lo que no le importaba aprovecharse de las personas para ello. O que ellas se aprovecharan de él. Al ver el nivel al que había llegado su amigo, los chicos ricos le dejaron tirado. Arthur todas las noches se colocaba, acudía a los bares e intentaba ligarse a alguna chica adinerada que le diera lo que necesitaba: sexo en algunas ocasiones, dinero en otras. Llegaba incluso a meterse en peleas, todo con tal de mantener a su mente ocupada. Y poco a poco la vida de Arthur se convirtió en un auténtico infierno, su actitud se volvió propia de un demonio.
Su depresión cada vez fue empeorando, sus auto-lesiones no cesaron. A los veinticinco años Arthur se encontraba completamente roto. Las drogas, el sexo y el alcohol no llegaban a cubrir del todo lo vacío que se sentía por dentro.
Todo aquello hizo que una noche subiera a uno de los edificios más altos del pueblo, dispuesto a saltar y poner fin a todo de una vez. La puerta de Wishville se abrió para el chico esa misma noche, justo cuando sus pies dejaron de tocar el suelo.
Especie: Metamorfo de tiburón
Edad: 25 años
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Nombre: Aysel McLurkay
Avatar: Sara Fabel
Enfermedad Psicologica: Trastorno Explosivo Intermitente (TEI)
Historia: Aysel era la hija única de un matrimonio de zoologos, él finlandés y ella india. Desde pequeña, a parte de por su albinismo, Aysel era una niña mas introvertida que los demás, acumulaba todos sus problemas y rabietas hasta que estallaba. Su primer gran episodio neurótico llegó cuando ella tenía diez años y causó que la pequeña destrozara su habitación. Cuando sus padres llegaron del trabajo, la encontraron acurrucada en una esquina con los nudillos sangrando de pegarle a los espejos.
Cuando descubrieron que había pasado, su madre la apuntó a karate para ayudarla a canalizar su ira y le enseñó a meditar para controlar sus ataques. Esta combinación derivó en que Aysel se convirtiera en una excelente karateka y consiguió controlar la ira durante años.

Pero tuvo otro ataque a la edad de diecisiete que le granjeó una habitación en el ala de psiquiatría del hospital. Con esa edad, Aysel se había vuelto una joven algo rebelde y con el cuerpo cubierto de tatuajes. Durante una cena, su padre le dirigió un comentario hiriente que desató su ira. Se levantó y le dio una patada tan fuerte que lo lanzó contra el armario y le partió el cuello. Murió en el acto. Su madre, asustada como estaba, la llevó al hospital donde le diagnosticaron un trastorno explosivo intermitente y la encerraron.

Pero lejos de ayudarla, aquello solo provocó mas frustración dentro de la muchacha y más ataques, en los que acababa haciéndose daño. Dos semanas después de cumplir los 19 años, su mente enferma le abrió el portal a Wishville, donde apenas duró dos horas antes de ser mordida y transformada en una metamorfo.
Especie: Metamorfo de pavo real albino
Edad: 23 años
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Fecha de entrada a Wishville: 20/11/2018

Nombre: Yang Mi
Avatar: Fernanda Ly
Trastorno psicológico: Trastorno delirante persecutorio
Historia: Yang Mi es lo que se dice una chica de campo, su madre era una mujer soltera que decidió no hacerse cargo del bebé que esperaba y la dejó con sus abuelos para seguir viviendo su vida sin esa carga. Creció con sus abuelos sin ningún problema, vivían alejados de la ciudad y ella les ayudaba en las labores del hogar y con los animales, se llevaba bien con todos ellos, le encantaba pasar el tiempo entre las gallinas del gran corral que allí tenían y con un pequeño camaleón de nombre Bob que le regalaron por su cumpleaños, podía pasar horas observándolo.

Fue cuando comenzó el instituto que algo hizo click en su cabeza, siempre volvía sola por los caminos desolados hasta llegar a su casa, fue en esos momentos donde sentía que la seguían...que la observaban. Una de las tardes tras haber quedado con sus amigas se le hizo tarde, la noche caía sobre ella mientras hacía su camino diario de vuelta a casa, esta vez la paranoia fue a más, de verdad sentía que alguien estaba a pocos pasos detrás de ella cuando allí no había ni una sombra. Empezó a correr con todas sus fuerzas, el suelo se había perdido en la oscuridad hacía ya unos minutos y sus pasos eran temblorosos, no se cansaba de correr, era una buena atleta, pero la noche le jugó una mala pasada y se dio de bruces contra el suelo, su cabeza recibió un gran golpe al dar contra el asfalto y la inconsciencia se apoderó de ella. Su trastorno y las ganas de un cambio en su vida le abrieron las puertas hacia Wishville, donde se convirtió en su animal preferido.
Especie: Metamorfo de camaleón
Edad: 16 años
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Nombre: Bianca Cat
Avatar: Abigail Breslin
Enfermedad psicológica: Trastorno de estrés Postraumático. (TEPT)
Historia: Desde que nació, vivió en un enorme orfanato a las afueras de la ciudad; su madre (quien quedó embarazada a una edad temprana) había decidido darla en adopción, en lugar de abortarla, o al menos esa fue la historia que le vendieron a la pequeña.

Bianca siempre se destacaba por ser la típica niña problema: Escapándose en las horas de almuerzo, llevando animales a su habitación sin permiso, rasgando sus ropas al salir a jugar, rompiendo una que otra cosa del lugar, etc. Aun así, nunca llegó a molestar realmente a las trabajadoras, a fin de cuentas, era de las pocas infantas que seguían manteniendo una enorme sonrisa en sus labios, mientras reía a carcajadas por cualquier cosa estúpida que pasara; porque si, el orfanato poseía un aura melancólica y pesada, que era fuertemente opacada de vez en cuando, por la castaña.

A la edad de 7 años, comenzó a salir desde muy temprano (Sin permiso alguno, claro está.) para acudir a clases de ballet en la nueva academia de baile, cerca de donde vivía. Esto volvió a la joven un poco menos activa: ahora podía descargar toda su energía en algo productivo. La dueña del lugar nunca puso problema en darle lecciones gratuitas, a cambio de que le ayudara a arreglar el salón antes de cerrar.

Los moretones, raspones y cortadas que el delicado cuerpo de la huérfana solía llevar, se desvanecieron con el paso de los meses. Ahora debía mantener una imagen más femenina, pulcra y elegante. A los 12 años, se volvió una niña más calmada y refinada, pero igual de animada y alegre, nunca dejaba pasar la oportunidad de hacer reír a alguien o ayudarlo, solo que ahora, las huidas fortuitas se habían acabado, al igual que el quebrar y malgastar tanto ropa como objetos… aunque uno que otro animal seguía colándose en su cuarto de vez en cuando.

A pesar de nunca llamar la atención de alguna de las muchas familias que iban a diario, no se sentía mal o excluida, se había acostumbrado al ambiente, incluso cuando recibía uno que otro golpe o reprimenda por sus acciones sin pensar, o algunos errores.

Aquella vida aceptable, se derrumbó en menos de lo que se hubiera imaginado. El orfanato nunca aceptaba trabajadores ni ayudantes del género masculino, por diversas razones, pero esa norma fue quebrada cuando comenzaron algunas epidemias, las cuales llegaron a afectar rápidamente a varios niños. Sin ninguna del equipo capacitada para las labores de enfermería, tuvieron que llamar a un doctor de la zona. Día por medio, él venía a revisar un limitado número de pacientes, por lo que no tardó en ganarse la confianza de la mayoría; incluso de Bianca, quien disfrutaba de hablar sobre sus libros favoritos con el letrado.

Tras varias semanas, correspondió el día de tratamiento al grupo perteneciente a su habitación: Tres chicas además de ella, con quienes jugaba, saltando sobre los camarotes, compartiendo historias absurdas y enseñando de manera torpe e inútil, algunos pasos de baile. Unos minutos de chequeo general, comenzó a revisar detalladamente el estado de salud de cada una, hasta llegar su turno. Quitó sus zapatos y bajó la cremallera de su vestido; sintió el frió metal del estetoscopio sobre su espalda, provocando que algunas risas nerviosas salieran de su boca.

Algunos golpecitos de sus costillas y una que otra pregunta general, finalizando con un “No es nada, puedes estar tranquila.” Hubiera sido lo normal ¿Verdad? Pero lastimosamente, lo que pasó dentro de esa habitación, es algo con lo que la de orbes azuladas no podría soportar durante un buen rato.
No es necesario entrar en detalles, queridos lectores. Solo basta con contar, que aquel día se le fue arrebatada su inocencia, dejándola con una horrible sensación en su cuerpo.

Pesadillas constantes, inseguridad, nervios, estrés, falta de apetito, depresión; todo acompañado de sollozos nocturnos. Varios meses pasaron en los que Bianca dejó de asistir a las clases de ballet, no volvió a tocar un libro y sus risas no resonaron por los pasillos. Nunca contó nada, miedo y vergüenza era lo que le ganaba cada que intentaba abrir su boca.
Cada que veía una bata blanca, una jeringa o algo que le recordara a los doctores, entraba en pánico y comenzaba a gritar mientras cerraba sus ojos y se acuclillaba en el suelo, llevando ambas manos a su cabeza, temblando.

Con el pasar de los años, intentó superar aquel bache en su vida, pero le fue imposible lograrlo por completo. A la edad de 18, su sonrisa volvió, al igual que sus ganas de bailar y leer, pero su ánimo no era el mismo, y su energía había muerto en gran medida; las pesadillas nunca cesaron, al igual que sus ataques de ansiedad. Fue echada del orfanato por ser mayor de edad y aquello terminó por quebrarla; un año entero de su vida en que temía rozarse con algún cuerpo de hombre, no podía ver a nadie a los ojos, intentaba mantenerse alejada en una esquina durante las clases de baile y leía siempre en soledad.

19 años: No tenía hogar, no tenía posibilidad de alimentarse o asearse, no lograba relacionarse correctamente con las personas y, finalmente, no tenía ánimos de vivir. Dos, tres pasos y su cuerpo se hallaba hundiéndose en el lago. La agonía y desesperación, sumado a sus recuerdos, solo lograron desgastar su cordura, hasta llevarla a Wishville, donde fue convertida en metamorfo de ciervo, a causa de una mordida que no logra recordar perfectamente.

Actualmente, obvia por completo algunas cosas de su pasado, dejando huecos en las historias que cuenta. Actúa con tranquilidad y alegría, como si aquella visita médica nunca hubiera ocurrido. Las noches siguen siendo un infierno, al igual que sus bajas de ánimo; pero tanto nada relacionado con la medicina, le sea nombrado, no hay problema alguno en comunicarse o relacionarse con ella. Suele familiarizarse más rápido con mujeres que con hombres, pero no significa que le sea imposible tomar confianza con el género masculino, tan solo tarda un poco más.
En su forma animal, gusta de saltar de un lado a otro, como niña pequeña o cervato recién nacido. Es el único momento en que siente que puede olvidarse de todo y todos.
Especie: Metamorfo de cierva
Edad: 19 años
Bando: Dylan (Rey)
Fecha de entrada a Wishville: 27/02/2019

Nombre: Deon Crawford
Avatar: Zach Mcgowan
Trastorno psicológico: Piscopatía y TEI
Historia: Deon Crawford desde el día en que nació no fue nadie, tan solo una cabeza más que tenía un valor y así fue como su madre, con tan solo 5 años, lo vendió como esclavo. Y así fue cambiando una y otra vez de manos hasta que a los 16 el capitán, que en ese momento lo poseía, le concedió la libertad y le dio un puesto mejor en su barco, lo que duró tan solo unos días. En un abordaje pirata Deon lucho con dientes y uñas para sobrevivir, incluso cuando su capitán había muerto el nunca se rindió y eso fue lo que llamó la atención del capitán pirata, el cual le otorgó dos posibilidades: morir ahogado o devorado por lo tiburones, o unirse a su tripulación.

Así fue como comenzó su carrera en la piratería, poco a poco disfrutaba cada vez más de los abordajes y los asesinatos que cometía en ello. Lo que más le gustaba a su capitán era su ira, ira que desde pequeño era incapaz de controlar, y que pronto no le gustaría. Hubo una revuelta en el barco y el joven estaba en el medio, muchos de sus compañeros creían que era mejor capitán que el propio y que el debería ser quien los guiase. El mismo Deon finalizó con sangre dicha revuelta. Agarró primero al contramaestre y le rebanó el cuello mientras dormía, mirándole directamente a los ojos, quería que se grabasen en su mente y que a la vez fuese lo último que él viese. Luego fue a por el capitán con una pistola cargada y esperó, esperó hasta que se despertara cuando lo hizo le dijo: “El mar ha reclamado su pago”. Después disparó desparramando todos los sesos del antiguo capitán por la habitación y proclamándose él.

Consiguió con tan solo 20 años múltiples saqueos favorables que le depararon bastantes riquezas pero nunca le parecía suficiente. Normalmente iba a por barcos mercantiles pero en uno de ellos decidió no asesinar a toda la tripulación, como solía hacer. Aquello se debió a un hombre, no sabía su nombre, pero le resultó molesto lo parecidos que se veían, al menos a su antiguo él. Mató a tres compañeros delante suya, por simple aburrimiento mientras cargaban el azúcar que transportaban y por último le dio un fuerte golpe en la sien para dejarlo inconsciente.

Cuando se cansó de robar barcos mercantiles fue a por un barco que transportaba plata, mala decisión, iba a por él con otros dos barcos los cuales simplemente lo usaron como cebo y acabó con su barco completamente hundido. No le quedaba ninguna esperanza solo rabia y odio hacia esos capitanes cobardes y así se dejó caer, se hundió por completo para perder la vida lo antes posible, pero no fue así tan solo llegó a otro mundo en vez de finalizar con su vida.
Especie: Metamorfo de cocodrilo del Nilo
Edad: 26 años
Bando: (Definido por user)
Fecha de entrada a Wishville: 28/03/1753

Nombre: Eric Walked Kingsleigh
Avatar: Cody Christian
Enfermedad Psicológica: Trastorno Limite de la Personalidad (TLP) y Piromanía
Historia: Eric nació en el seno de un familia cristiana muy estricta. Junto con sus trece hermanos y su melliza vivió una vida que fue de todo menos feliz.
Desde muy temprana edad Eric desarrolló un comportamiento agresivo y altamente irascible. Al principio golpeaba sus juguetes cuando escuchaba a sus hermanos pequeños llorar, destrozaba los dibujos que pintaba si alguien simplemente le hablaba, o incluso golpeaba las paredes. Durante sus primeros años de escuela era muy frecuente que los profesores llamasen a sus padres muy enfadados por el comportamiento del pequeño; o bien mordía a un compañero, le rompía las tareas , incluso llegó a fracturarle, en cierta ocasión, la nariz a una niña, motivo por el que le llegaron a expulsar. Pero aquella no fue la única expulsión de Eric, primero le echaron del colegio con ocho años, luego con doce y, finalmente con catorce de un internado, donde le confirmaron a sus padres que padecía de un curioso trastorno denominado Trastorno explosivo intermitente. Pero para sus padres eso solo era una prueba más de que su hijo, fruto del mismo Satanás, había venido a este mundo para hacer el mal. La actitud de los padres desde que el problema comenzó no fue inesperada, los castigos físicos (que llegaron a incluir quemaduras en su piel), los gritos y las visitas a la iglesia se volvieron cada vez más constantes, cosa que acabó deprimiendo y frustrado al pequeño Eric, por sentirse incomprendido, ocasionando en más de una vez enfrentamientos físicos con su propio padre y el temor de alguno de sus hermanos. Poco a poco el problema comenzó a exteriorizarse, hasta el punto de que Eric acabó siendo conocido, a causa de sus padres, en los círculos de estos como “el niño diablo”.

La frustración solo continuaba invadiendo la mente de Eric, el único momento de paz que tenía era cuando se quedaba frente a la chimenea observando el crepitar de las llamas y cuando estaba con su melliza. Ella le procuraba una tranquilidad que solo sentía cuando la tenía a su lado, con quien tenía un fuerte lazo.

Desde hacía un tiempo Eric se había percatado de la extraña actitud de sus padres con su hermana, de patrones extraños, de los cambios de humor de su melliza, y que la dejaran castigada largos plazos de tiempo en su cuarto, una noche en su decimoséptimo cumpleaños, escucho ruidos extraños en el cuarto de su melliza cuándo escucho el llanto de su hermana entro rompiendo la puerta de una patada, y vio con horror que sus padres y un cura tenian atada a su melliza a la cama, el cura daba con una cruz a la chica y pedia que el demonio saliese de ella, estaban haciendo un exorcismo

Preso de la ira se acercó a su padre para apartarle y propiciarle un buen puñetazo, para tambien empujar con toda sus fuerzas al cura, tras eso su padre le dio una descarga con un taser que le dejo inconsciente.
Al despertar dejó un teléfono para emergencias a su hermana y se fugó. Comenzó a ganarse la vida en peleas clandestinas, con el alias “Inferno" pues fue el mote que la gente le acabó poniendo por el uso del fuego en las peleas fuera del rin. Lo cierto era que, por algún extraño motivo que no comprendía, se sentía mejor cuando el fuego deformaba el cuerpo de sus oponentes, al igual que también lo hacía quemar cualquier cosa, pero eso es algo de lo que hablaremos en otra ocasión. Aquellas peleas poco a poco le ayudaron a sublimar su trastorno, hasta el punto de que sus enfados y ataques de ira fueron disminuyendo. Todo lo descargaba en las peleas y aquello hizo que por dos años, Eric pudiese llevar una vida medianamente normal.

Pero la llamada de Ariel, al cumplir los dieciocho años, frente a lo sucedido con su hermana Mérida, le hizo perder parte del control y aquella noche no solamente ganó la pelea, sino que acabó matando a puñetazos a su adversario, por lo que se ganó una gran cantidad de enemigos y tuvo que salir huyendo, y con gran cuidado en busca de su hermana, a quien junto con Ariel y su hermano Jack consiguieron sacar del convento.
Aunque lo realmente trágico, lo que hizo que su mente se quebrase por completo, fue el panorama con el que se encontró al llegar a casa para sacar a sus hermanos de allí. La casa ardiendo y los cuerpos de sus hermanos en bolsas negras hicieron que Eric sufriese uno de los brotes más fuertes que ha tenido. Unos gritos en el fuego, hicieron que, en un impulso y consumido por la ansiedad e irá del momento, se adentrase en la casa en busca de aquel hermano al que había escuchado gritar. Nadie pudo pararle y lo último que sus ojos captaron fueron las llamas de la casa acercándose amenazantes a él, rodeándole, sintiendo como el humo se adentraba en sus pulmones y el calor y las brasas quemaban su interior.
Especie: Metamorfo de dragón
Edad: 18 años
Bando: Eli (Reina)
Fecha de entrada a Wishville: 04/02/2001

Nombre: Sebastian Walked Kingsleigh
Avatar: Cole Klingensmith
Enfermedad Psicológica: Esquizofrenia psicoafectiva y de persecución
Historia: Sebastian fue el tercer hijo de una familia de trece caótica y muy religiosa, y aunque él no fue muy consciente de todo esto sin duda sufrió las consecuencias.

Desde pequeño fue bastante cerrado. Los mellizos mayores parecían un mundo lejano y por su parte tenía una buena amiga que nunca lo dejaba solo, la llamaba Lady Elizabeth, la conoció a sus 8 años, y desde ahí sus padres comprendieron que su hijo no era normal.

A pesar de ser un niño tranquilo y muy inteligente llevaba una conducta muy extraña: Decía cosas sin sentido de repente, hablaba con personas o animales que otros no podían ver y su estado de ánimo cambiaba de manera drástica en ocasiones sin razón aparente, pero aquello no parecía tan grave... Hasta que Urano apareció.

Así como Lady Elizabeth era una chica muy alegre, amable y bonita, Urano era un hombre mayor, gruñón, agresivo y grosero. Su llegada fue todo un caos y acabó en Sebastian rompiendo el vidrio de las ventanas de su habitación. Ahí sus padres se convencieron a sí mismos de que su hijo había sido poseído, y el mismo Sebastian creyó lo mismo por un tiempo.

Cuando cumplió los doce años sus padres ya habían intentado todo: exorcistas, castigo físico, encerrarlo solo en su habitación que se volvió como una sala de manicomio... Pero siempre encontraba la manera de hacerse daño con tal de que Urano dejara de gritarle. Fue entonces que sus padres decidieron algo que mantendrían oculto de todos los demás, razón por la que lo mantuvieron encerrado en su habitación a partir de ahí sin ir a la escuela ni salir siquiera a comer: lo drogaban con unas plantas que hacían de sedantes, y aunque gracias a ello su memoria y salud se vio afectada logró calmar a Urano y con ello sus ataques de agresividad. Lady Elizabeth siempre estuvo ahí con él, y fue ella la que le avisó del fuego que avanzaba a su habitación el día que sus padres decidieron acabar con todo.
Lastimosamente él estaba en un trance por culpa de esas plantas, aunque gracias a ellas no sintió casi dolor cuando las llamas lo consumieron por completo.
Entonces llegó a Wishville.
Especie: Metamorfo de lobo
Edad: 17 años
Bando: Eli (Reina)
Fecha de entrada a Wishville: 14/02/2004

Nombre: Jackson James Walked Kingsleigh
Avatar: Tom Holland
Enfermedad Psicológica: Síndrome de Peter pan y autofobia
Historia: Jack, o Jackie era el hijo más pequeño de una familia cristiana del siglo XXI. A la edad de dos años podía observar cómo sus padres maltrataban a sus hermanos mayores, inclusive recluyendo a la mayor de todos en la propia casa después de que el mellizo de ella se fuese. Jack no entendía nada, su hermana mayor, quien le había cuidado hasta unos meses atrás ya no comía con ellos, su hermano mayor se había ido, y sus padres habían mandado a otra de sus hermanas a un internado. Fue una noche de febrero, cuando el pequeño de trece hermanos vio el viejo coche que llevaba su hermano, y siguiendo a su hermana mayor se coló en él, se quedó dormido hasta que llegaron a un edificio enorme y viejo, y bostezo alarmando a los dos mellizos que se asustaron por su culpa, habían ido a recoger a la hermana internada en ese lugar: Mérida.

Lo malo fue de vuelta a casa. No recuerda mucho de aquello, pero si un sentimiento de tristeza que sigue asolandolo por las noches. Su casa estaba en llamas, su propia casa, había coches de policía, de bomberos, y varios policias agarrando a su padre mientras que sacaban camillas con sabanas, contó ocho, algunas eran pequeñas y otras más grandes,miro a sus tres hermanos que lloraban sin parar, vio como un policía agarraba a Eric, su hermano, pero fue Ariel la que corrió hacía su padre para gritarle algo. Merida le tapó los ojos al mismo tiempo que se echó a llorar sin dejar ver a Jack lo que había pasado.

Cuándo pudo ver, Ariel ya no estaba, y Eric parecia en un trance peor del que ya estaba. Merida seguia llorando sin poder contenerse, sin embargo los policías se los llevaron de allí...

Jamás supo nada más sobre Eric o Ariel. Merida le decía que ambos tenían que cuidar de ellos. Sin embargo ella también desapareció.

El fue a una casa de acogida, en la que le cuidaron durante 14 años. Fue entonces cuándo escucho a su madre adoptiva hablar con una amiga suya de la trágica historia del niño, al parecer, sus padres habían quemado la casa, con sus hijos dentro, los quemaron vivos, sin dejarles salir de sus habitaciones, Ariel, la hermana mayor al llegar en coche y observar a su padre vivo, le había cortado el cuello, y había desaparecido dejando en shock a todos. A Eric se lo llevaron a un centro de menores pero jamás llegó, de su hermana Merida empezaron a hablar pero el niño se alejó llorando sin aguantar más, corrió en dirección al bosque, dónde se escondió durante días, abrazo a su único amigo, su osito, jamas volvió a su casa de acogida, jamas volvería al mundo real.

Abrazado a su osito deseando ser pequeño y estar con su familia, algo se rompió dentro de él, pasaron horas has que se dió cuenta de que el bosque ya no era el que conocía.
Especie: Metamorfo de dragón
Edad: 16 años
Bando: Eli (Reina)
Fecha de entrada a Wishville: 12/04/2017

Nombre: Lia Olthx (OCUPADA)

@MxdnessWV
Avatar: Shelley Hennig
Enfermedad psicológica: TDI, TNP
Historia: x

Especie: Metamorfo de coyote
Edad: 26 años
Bando: Eli (Reina)
Fecha de entrada a Wishville: --/--/----

Nombre: Margot Avery Olthx (OCUPADA)

@Grrrr_WV
Avatar: Karen Gillian
Enfermedad psicológica: TDAH y potamofobia
Historia: x

Especie: Metamorfo de coyote
Edad: 23 años
Bando: Eli (Reina)
Fecha de entrada a Wishville: --/--/----

Nombre: Scorpius Black Olthx (OCUPADO)

@PiezaPerdida_WV
Avatar: Francisco Lachowski
Enfermedad psicológica: x
Historia: x

Especie: Metamorfo de lobo
Edad: 23 años
Bando: Eli (Reina)
Fecha de entrada a Wishville: --/--/----

Nombre: Alexandra Caroline Olthx Sloan (OCUPADA)

@whitefoxwv
Apodo: Lexie

Avatar: Taylor Swift
Enfermedad psicológica: x
Historia: x

Especie: Metamorfo de zorro ártico
Edad: 23 años
Bando: Dylan (Rey)
Fecha de entrada a Wishville: --/--/----

Nombre: Atlas Aizman Vinter (OCUPADO)

@xlostmind_WV
Avatar: Harlen Bodhi White e Íñigo Aguas
Enfermedad psicológica: x
Historia: x

Especie: Metamorfo de zorro
Edad: 3 años
Bando: x
Fecha de entrada a Wishville: --/--/----

Nombre: Sebastián Isaac (OCUPADO)

@SaginowskiWV
Avatar: Dave Franco
Enfermedad psicológica: x
Historia: x

Especie: Metamorfo de lobo
Edad: 25 años
Bando: Eli (Reina)
Fecha de entrada a Wishville: --/--/----

Nombre: Colette Rains (OCUPADA)

@blackswanwv
Avatar: Eva Green
Enfermedad psicológica: Trastorno delirante
Historia: x

Especie: Metamorfo de cisne negro
Edad: 35 años
Bando: Dylan (Rey)
Fecha de entrada a Wishville: 15/06/2018

Nombre: Micah Mason (OCUPADO)

@chamelconwv
Avatar: Timothée Chalamet
Enfermedad Psicológica: trastorno de ansiedad social y psicosis
Historia: Edad 18, vida después de la muerte de su hermana:

Después del asesinato de su hermana Ivanka (véase ficha en Brujos) cuando fue a enfrentar su dolor por la perdida de su hermana mayor, Sarah (véase ficha en Brujos), el joven quedo abandonado en aquel callejón junto con aquellos chicos que acababan de asesinar a su hermana.

Micah observaba el cuerpo inerte de su hermana. La sangre salía de su rostro mientras que él gritaba que despertara. Aquellos chicos reían y golpeaban al chico uno por uno, todos sé hicieron presentes y comenzaron a golpearle hasta dejarlo inconsciente. Pasaron horas y al despertar el chico estaba en una cama mugrienta, en una casa mal oliente y con música a todo volumen. La sangre seca estaba por toda su cara y ropa, tardo un poco en levantarse de la cama debido al dolor pero lo peor fue que todo su cuerpo dolía y soltó un grito de dolor al ponerse de pie, sentía que algo sé desgarraba dentro de él, algo que jamás había sentido.

Comenzó a caminar pero le era muy difícil, sus piernas temblaban y el fuerte dolor que sentía le hacia llorar, sabia lo que le había pasado y eso era lo que dolía mas. Bajo las escaleras y sé topo con gente bailando, todo estaba iluminado de color azul, rosa y morado. Al parecer, una fiesta estaba ocurriendo en ese lugar, cuando había pasado aquello, en el cuarto.
Fue directo hasta la salida, pero antes de poder abrir la puerta un chico mucho mayor que él había llegado por su espalda, era Zack; le golpeó para que fuese a dar hasta la pared y sé coloco tras su espalda.

— ¿Tan rápido te vas?

Murmuro en su oído mientras una de sus manos daba leves toques en sus costillas.

— Vamos. . . te estabas divirtiendo allá arriba.

Micah forcejeo hasta zafarse y salió corriendo, sentía que las heridas ardían y la sangre salía por todos lados pero simplemente siguió corriendo hasta llegar a su casa. Minutos después, un mensaje llego a su celular y era de Zack “ Si dices algo, matare lentamente a tus padres mientras observas” Micah salio disparo hasta su cuarto donde no salio durante toda la noche y parte del día.

Meses después:

Los meses pasaron; la manera en la que sus padres sé enteraron del asesinato de Ivanka fue de lo mas entupido pues según los reportes, había fallecido porque un automóvil la había atropellado gracias a que esta tenia niveles de alcohol considerablemente altos. Sabia que no era verdad pero no podía decir nada para proteger a sus padres. Todo sé estaba desmoronando en su ser y cada día algo le iba consumiendo. Tenia pesadillas en donde sentía todas las noches aquellos desgarros en su ser, donde veía a su hermana morir a manos de aquellos chicos y donde su otra hermana, Sarah, reía sin parar por la vida de mierda que les había tocado. Su única luz era que Sarah había muerto cuando había alcanzado su felicidad lejos de todos. Pues Micah no tenia idea de que Sarah estaba internada en un hospital psiquiátrico y que estaba terriblemente enferma. Ninguno de los dos hermanos menores sabían aquello.

1 año y meses después.

Micah cumplía 19 años, su hermana ahora mismo estuviera cumpliendo los 20 y años con 8 meses. Jamás había ido a su tumba pues todo en su vida comenzaba a tomar sentido una vez más. Tenía novia, pero aquello no le sentía muy bien en ese momento pero sus padres le obligaron a salir con ella porque era hora de comenzar a vivir, según su madre.
Su novia era hermosa, rubia de ojos color azul. La amaba, si. Pero no sentía aquellas ganas de verla todo el tiempo y estar con ella, algunas veces ni siquiera sonreía al verla. No era lo mismo cómo con Thomas, un chico que había conocido en clases de arte. Micah adoraba el arte, especialmente la Danza y la pintura; su hermana Sarah tenia libros de eso y cada que ella no estaba él sé lo leía casi todos. La única cosa en común que tenia con ella. Thomas era el mejor amigo de Micah en aquellas clases de Arte y siempre que podían ambos paseaban por cada museo que existía en su zona, algunas veces viajaban a diferentes estados de Texas, solo para apreciar el arte.

Parecía que la vida del chico estaba tomando sentido, pero había esa parte que no lo dejaba vivir, esas pesadillas constantes de que aquellos chicos regresaran. La ansiedad le estaba debilitando cada día mas y con los meses sé fue notando en sus ganas de salir de su cuarto. Thomas era la única persona que dejaba entrar y aun cuando sus padres estaban furiosos por eso porque sabían que no era normal, accedieron pues su hijo estaba presentando síntomas idénticos a los de Sarah.

Justo un mes antes del cumpleaños de Sarah, Micah sé quito la vida. En un cerrar de ojos ya no estaba mas en su cama o su cuarto y eso fue lo único que supieron sus padres. Micah había perdido la batalla contra lo que en su cabeza gritaba.

En el interior de una mente:

— Los escuchó, son ruidosos y quisquillosos. Me obligan a no salir del cuarto y algunas veces les veo. Ellos quieren entrar por la ventada y rasgar la ultima de mis esperanzas, pero no les dejo. . . no lo hago. Mis padres dicen que soy fuerte y solo sonrió para hacerles creer que yo también lo hago. Pero Thomas lo sabe y lloró en su hombro, es el único que sabe que toda mi vida esta siendo masacrada por ellos. Pero hoy voy a morir. Me acabo de despedir de Thomas y tengo exactamente 10 minutos para hacerlo, no quiero que me salve esta vez, no quiero seguir aquí y no poder protegerlos porque soy débil y de todos, tú fuiste la única que pudo salir adelante y por eso algunas veces te odio pero te amo, odio que no vinieras por nosotros y te amo porque al menos disfrutamos unos años de felicidad con nuestros padres ¿raro? Bueno, sigue siendo odio. . . tal vez. Sarah, si alguna vez miras el reflejo en los ojos de Satan, ahí estaré yo.

[...]

“Una puerta de luz sé abrió ante mis ojos. No había sangre en ella y sabia que era una bienvenida. Mi interior ya no dolía mas y por primera vez fui libre, mis padres ahora estarán bien. Al menos podrán seguir sus vidas sin la carga que los 3 éramos para ellos. Todo sé hace mas claro, cada vez que avanzo a la entrada de este mundo. La neblina de mis ojos parece dispersarse pero aun así, sigo sintiendo aquella ansiedad aunque ya no es por Thomas o ellos. . . pobre Thomas, lo extraño. Estoy adentro y todo parece mas brilloso, verde y lleno de naturaleza, yo soy parte de ella. . . soy invisible o bueno, ahora encajo en este mundo. ¿Wishville? Bueno, al menos tiene mas letras que Texas. “
Especie: Metamorfo de camaleón
Edad: 19 años
Bando: Dylan (Rey)
Fecha de entrada a Wishville: 20/03/2018

Nombre: Akali Jinhax (OCUPADA)

@WhiteKnxfxWV
Avatar: Gaia Weiss
Trastorno psicológico: Delirio
Historia: En las profundidades de la Amazonas corren todo tipo de cuentos terroríficos, pero los que tienen más peso y realismo, es del gigante cocodrilo.
Hasta ahora el reptil más grande vivo en el planeta y el más peligroso por las lujosas cenas humanas que se monta cada oportunidad que puede, la apasionada fotógrafa tiene su cámara en mano, para nada temerosa a su posible encuentro con el reptil asesino.

En el pequeño bote en el que se encuentra, hay seis personas más, todos habitantes de esa región africana salvo un cazador noruego, y un explorador, este último siendo su padre. Ella, a excepción de su acompañante nórdico, es amante de los animales, a corta edad fue reclamada por algunos canales famosos por sus documentales de animales, aunque también acepta a que se debe el peso famoso en el nombre de su padre.

Ese día se planeó con sabor a emoción extrema. Estar a pocos metros del gran cocodrilo asesino, Gustave como lo llaman, es una experiencia que los aventureros padre e hija quieren experimentar.

Pero no estaba planeado que la joven de piel bastante blanca despertara en el hospital, sin poder recordar cómo es que llegó ahí. Tiene marcas de dientes en su abdomen pero no con la forma de la enorme mandíbula de Gustave. ¿Habían sido atacados por cocodrilos corrientes? Lo comprobó cuando recuperó la tarjeta de memoria de su cámara. El aparato está roto y estropeado por el agua, pero la tarjeta estaba para su suerte intacta.

Las fotos eran un espanto, una secuencia de paisajes del río Nilo al ataque de los cocodrilos, estas últimas con tomas movidas y desenfocadas, al parecer fueron tomas sin querer cuando trataba de huir. Sin embargo una de las fotos es un primer plano de un gran cocodrilo devorando al cazador. A los costados de Gustave, se ven las extremidades de otros reptiles más pequeños pero cortados por los márgenes de la foto.

Su padre no ha muerto, pero sí gravemente herido y en coma. Perdió un brazo y casi media pierna, fue un golpe duro para ella el no poder estar con su padre como antes.

Si bien no recuerda exactamente los hechos, por las noches tiene pesadillas con el gran cocodrilo, las sombras de los árboles entrando por su ventana crean una perfecta mandíbula de cocodrilo en su pared. No puede ni siquiera disfrutar de su piscina porque en cualquier momento puede sentir los dientes clavándose en su piel. Su casa cuando se encuentra en silencio siente al reptil paseándose por su casa. Es una completa estupidez, pero a ella dejaba de hacerle gracia.

Un día fue llamada por un guarda parque de un famoso parque nacional para que sacara las mejores fotos de sus animales para publicidad, ella a gusto aceptó. El día anduvo muy bien, la rubia acompañada por los guarda parques fotografiaba a las aves, roedores y demás animales que contaba el hermoso lugar, pero no sabía que ese ensueño acabaría tan pronto.

A risas los carismáticos guarda parques la guiaron hacia otro sendero donde otra especie de animales se encontraba, no fue hasta que vio el río donde un mal sabor en la boca del estómago y una punzada en la cabeza le advirtió que debía irse de ahí lo más pronto posible. Pero no lo hizo, ni siquiera cuando los cocodrilos característicos de esa zona aparecieron casi como modelos reclamando para ser fotografiados.

Está nerviosa, no importa si se encuentra en el otro lado del mundo, su cabeza arde y la cicatriz de su estómago pica con miedo a ser abierta. Disimulando su nerviosismo, acerca su ojo al lente de la cámara y no se mantiene a poca distancia como lo hacía con los anteriores animales. Saca varias fotos, pero desde el lente de la cámara puede ver otro par de ojos asomarse por el oscuro río, mucho más grande que a los que estaba fotografiando. La mandíbula sale a la superficie y ella cae al suelo con la respiración entrecortada, pero nunca deja de mirar por la cámara.

Lo último que recuerda antes de que todo se vuelva oscuro es a Gustave saliendo del río y yendo directamente a ella con la mandíbula exponiendo las decenas de dientes filosos. Sus últimas fotos fueron de un río carente de grandes cocodrilos.
Especie: Metamorfo de cocodrilo albino
Edad: 21 años
Bando: Eli (Reina)
Fecha de entrada a Wishville: 02/08/2019

Nombre: Naos Black (OCUPADO)
@BrxkenPieces_WV
Avatar: Diego Barrueco
Enfermedad Psicológica: Bipolaridad y Trastornos alimenticios
Historia: Naos, por suerte o por desgracia, fue uno de los pocos nacidos en Wishville, Eder, su madre metáfora y su padre Nightmare, Aiden (Ver ficha atrapasueños) dieron lugar a lo que es ahora; un metamorfo de lobo.
Desde pequeño nunca tuvo nada que envidiar, era un niño normal, lleno de amor y confianza pese a estar en un mundo extraño y poco común, pero todo dio un giro el día que su madre despareció dejándolos atrás, el hecho de perder a su progenitora no era un gran problema puesto que era muy pequeño y poco recuerda de ella, lo que era duro fue ver a su padre de aquella manera que hacia que los cimientos de su hogar cayeran poco a poco y cualquier ápice de esperanza se esfumara en la angustia. No obstante; el pequeño siempre lo intentaba animar sin llegar al existo.

Ahora más mayor, intenta poder entender a su padre y llegar a ser un hijo ejemplar pese a que ese mundo aún le tiene deparado varias sorpresas una de ellas sus enfermedades puesto que ha llegado un punto en el que sus estados de ánimo son muy cambiantes; hay días en los que el joven se presentaba feliz y otros en los que no se le podía ni hablar. A eso se le sumaba su excesiva preocupación por su figura que le hacía saltarse comidas que, sin preocupación por parte de su padre, era algo fácil.
Especie: Metamorfo de lobo
Edad: 23 años
Bando: Eli (Reina)
Fecha de nacimiento: 11/07/2018

Nombre: Luna Winters (OCUPADA)

@SwxnderellaWV

Avatar: Anastasia Cebúlska
Enfermedad Psicológica: Delirio de Grandiosidad y Persecutorio
Historia: Luna Winters era una joven e introvertida bailarina en una prestigiosa compañía de ballet de Nueva York. Vivía con su hermana mayor Bianca, la cual era una ex bailarina y siempre veló porque Luna cumpliera sus sueños (Materializando los de la misma Bianca) ya que al morir su madre tuvo que abandonar su carrera artística para criar a Luna.

La compañía anunció nuevas audiciones para el Lago de los Cisnes. Se indicó que el papel protagónico para la obra estaba disponible y por ello las audiciones serían cerradas y exclusivas para la compañía. Se buscaba a una bailarina capaz de retratar tanto al inocente y frágil Cisne Blanco, como al gemelo sensual oscuro, Cisne Negro. Luna audicionó para la obra, realizando a la perfección el Cisne Blanco, pero no del todo capaz de emular las características del Cisne Negro. A su vez una de sus compañeras que también audicionó para el papel es capaz de lograr con el Cisne Negro lo que ella no pudo, pero la delicadeza e inocencia del Blanco es lo que debe trabajar. Ambas fueron puestas a prueba y se les ofreció una semana para mejorar su interpretación, una en la que debían vencer los obstáculos y compenetrarse con el personaje.

Luna se obsesionó tanto con poder igualar a su hermana y ser una bailarina perfecta que conseguir el papel era considerado la cúspide, ser alabada por todas y que su hermana sintiera orgullo, todo eso la llevó a dedicar muchas más horas de ensayo, aunque la presencia de la otra chica comenzara a perturbarle. Vía lo buena que era y se comparaba en movimientos y técnica logrando que su confianza se derrumbara, ella avanzó mientras Luna solo fue perdiendo cualidades, sentía que de una u otra forma lo que ya no podía hacer con tanta facilidad, la chica del Cisne Negro lo adquiría, ¿le estaba robando su talento?, pieza por pieza.

Luna salió de los ensayos totalmente frustrada por la situación y se dirigió a los baños donde se encontró con su reflejo, pero este no era precisamente el de ella, se había distorsionado en la otra chica, vestía un un traje de bailarina negro, se burló de ella y dejó en claro que no podría lograrlo. Al mismo tiempo un ardor en su espalda se hizo presente, poros muy grandes se habrían revelado pequeñas plumas blancas nacientes, todo esto producto de sus delirios obsesivos, aquellos episodios solían ser momentáneos, solo significaban la metamorfosis que estaba sufriendo internamente para convertirse en el cisne perfecto.

Los buenos sentimientos de la rusa pronto comenzaron a oscurecerse ante la amenaza de poder ver frustrados sus sueños piensa en posibilidades para incapacitar a su rival, que se lesionara era la opción más viable pero rezar porque la espléndida muchacha diera un mal paso en un ensayo estaba fuera de discusión, requería mucho tiempo y era precisamente lo que no tenía, más cuando sentía que se adaptaba con tanta facilidad al Cisne Blanco.

Luna no se rindió y fue mejorando en el papel, ahora tenía la malicia y sensualidad del Cisne Negro gracias a su competitividad y sentido de superioridad, se creía perfecta, de hecho se repetía en su mente “Ser perfecta no basta”.

Para su sorpresa el día de la prueba final se le otorgó el papel principal en la obra, la otra chica no pudo más que aplaudir, Luna estuvo impecable. Salió victoriosa y esto generó en ella gran orgullo, tomó su celular y se dirigió al salón principal, para llegar debía bajar unas escaleras, pero justo al llegar se encontró con la otra muchacha que respondía al nombre de Odette.

Ella le reprochó a Luna, estaba segura que esta había tenido que meterse con el director para conseguir ese papel, a lo que Luna negó casi indignada, era una locura. La chica se precipito sobre ella, llena de ira y frustración, ambas forcejearon y cayeron por las escaleras. Las lesiones sufridas en la cabeza y piernas de la portadora del papel fueron muy graves, pero aquello no fue lo que a Luna le sorprende, ya que mientras yacía en el suelo a punto de desmayarse, no pudo conseguir el cuerpo de quien había caído con ella, Odette, había escapado. Segundos después su visión se nubla y ella pierde la conciencia. Quienes encontraron a la joven, solo vieron a una, debido a que la realidad era otra, Odette nunca estuvo allí, en esos momentos se encontraba ensayando la nueva coreografía como cuerpo de baile y jamás salió, todo fue producto de un macabro juego de la mente de Luna.

Especie: Metamorfo de cisne negro
Edad: 19 años
Bando: Dylan (Rey)
Fecha de entrada a Wishville: 06/12/2018

Nombre: Sammuel Aizman (OCUPADO)
@samryuksr_WV
Avatar: Jon Kortajarena
Enfermedad Psicológica: Trastorno de identidad disociativo
Historia: Una caravana nómada hubiese pasado por menos lugares que la familia de Sammuel durante su primera infancia, le habría entregado amistades más largas que las que logró formar antes de llegar a la adolescencia.
Era entretenido imaginar que su familia era como esos espías de la televisión, siempre cambiando de identidades para mantenerse ocultos ante el enemigo, pero siempre mantuvo su nombre y su apellido al entrar en nuevas escuelas y era difícil intentar agradarle a los demás en cada nuevo lugar.
Fueron aquellos constantes cambios los que excusaban el comportamiento poco social del joven Aizman, su ensimismamiento y gustos particulares, más adecuados para un adulto que para un chico de su edad.
Durante años se llevó mejor con los profesores que con sus propios compañeros, ocupado en acabar un libro, ver películas o escribir informes extra de biología, tesis para física en vez de asistir a fiestas, juntas luego de clases y los partidos contra otros colegios que se organizaban cada mes.

Fueron los constantes dolores de cabeza poco antes de cumplir los dieciséis los que le llevaron de neurólogo en neurólogo hasta ser diagnosticado con autismo leve, el poco conocido Síndrome de Asperger, pero ¿cómo saber qué es normal cuando toda tu vida has vivido con ello?
El doctor les entregó con ese diagnóstico la explicación de muchos acontecimientos a su familia, les regaló la comprensión.
Comenzaba a tomar lógica la incapacidad de su hijo para entender algunos conceptos abstractos o el que reaccionara de maneras completamente inesperadas ante ciertas situaciones. Explicaba los periodos de ausencia y los que parecían ser de amnesia, puesto decía o hacía cosas que luego no podía recordar.
A veces se reía con su madre cuando insistía en algo que había dicho y no recordaba, aludiendo que entonces había sido "el otro". Nunca se habría imaginado que estaba tan cerca de la verdad.

Conocer a Ryu no fue caminar a través de un campo de flores. De algún modo siempre supo que estuvo ahí e incluso decenas de libros de psicología y trastornos mentales ocuparon sus lecturas adicionales para intentar comprender lo que le ocurría. No era solamente el Asperger el que le molestaba en su desarrollo, era también "alguien" que no estaba siempre de acuerdo con sus ideas y opiniones provocándole crisis que podían extenderse por largos períodos de tiempo sin que ningún medicamento recetado funcionara. Eran también esos sueños que parecían ser recuerdos y que no lograba recuperar del todo por mucho se esforzara.
Se llegó a preguntar si no sufría el Síndrome de Alicia en el país de las maravillas, si los constantes dolores de cabeza eran una consecuencia o un síntoma ya que las resonancias, los TAC ni ningún estudio lograba explicar el origen de tal dolencia ni los medicamentos lograban disminuir ni la intensidad ni la frecuencia con la que le atacaban.
El acoso escolar le funcionó de excusa para ir al psicólogo y luego al psiquiatra para seguir intentando comprender el primer diagnóstico del neurólogo y cómo manejar aquellas crisis él mismo, pero solamente ayudó a sacar completamente a Ryu de sus escondites.
El loquero había terminado siendo una muy mala idea: ahora no solamente estaba lidiando con el Asperger (cosa tonta, en realidad, puesto siempre había vivido con él) sino también con un chico de su misma edad que no parecía tener problema alguno de socialización y sí bastantes con mantenerse alejado de los líos.

La universidad le trajo a su vida un equilibrio dentro de su desequilibrio que no había podido tener antes. Ryu y él pudieron relacionarse de tal modo que las lagunas dejaron de ser tan amplias y muchas veces se dejaban notas para informar de cambios de agenda o relaciones puesto no siempre podían manejar el salto entre uno y el otro, lo que dificultaba planificarse. A pesar de que Sammuel tenía amplios estudios sobre lo que Ryu y él eran (o lo que él padecía), su caso difería del estándar por mucho e intentaron ambos llevar su vida de la manera más normal posible a pesar de estar en la línea de la locura.

Sin embargo, es de ilusos creer que puedes controlar todo lo que le ocurre a tu mente.

Lo que sucedió en esa sala resultaba borroso, incluso doloroso al intentar recordar a toda prisa lo que acababa de suceder provocándole una nueva crisis de ansiedad que solo empeoraba todo.
¿Le habían insultado? Las escenas aparecían y desaparecían de su mente con demasiada rapidez como para lograr aferrarse a una y Ryu se rehusaba a aparecer para explicarlo todo como si se avergonzara de algo.
De lo que se enteró fue por bocas de otros, por los rumores en el pasillo que llegaron a él mientras estaba sentado en el suelo esperando comprender el alboroto en el laboratorio donde llevaba trabajando más de dos años y por los oficiales que le levantaron para llevarlo hasta el vehículo con la baliza encendida.
¿Discutían sobre un proyecto?
Parecía que se le había abalanzado cuando rompió frente a sus ojos la propuesta, eso lo escuchó de un chico con rostro familiar, pero de cuyo nombre no era capaz de recordar mientras obligaba a sus pies avanzar. Lo golpeó y luego colocó las manos alrededor de su cuello, eso decía una mujer con los ojos enrojecidos y las mejillas humedecidas.
Se escuchaba como si algunos incluso le apoyaran, el tipo había sido un completo imbécil, pero no podía dejar de ignorar el sabor metálico en la boca, el dolor de sus manos al haber intentado aplastarle la garganta a otro hombre ni el terror al enterarse al menos medianamente de lo que había hecho.
No tenía idea de si Ryu había sido el causante o el que le había detenido, pero eso no tenía mayor relevancia cuando ambos serían llevados al mismo lugar, no cuando esta no era ni por lejos la primera vez que perdían los estribos.
¿Lo que sintió fue decepción al escuchar que el hombre seguía con vida a través del radio? Debería haber estado asqueado por lo que había hecho, sin embargo, no podía.
Su cuerpo comenzó a temblar estando en el automóvil y el miedo a apoderarse de todos sus pensamientos.
¿Acabaría finalmente en el lugar donde tanto tiempo evitó estar?
Se dejó bajar del automóvil resignado, pero no era una comisaría donde lo llevaban sino a un hospital donde le examinaron puesto en algún momento de la pelea un ventanal se había roto y hasta el momento no se había dado cuenta de las heridas. Se acostó en la camilla y permitió entrar en un sueño inducido por un medicamento en su antebrazo y para cuando despertó ya no seguía en aquel hospital. Un portal se abrió para él estando inconsciente llevándole a un lugar donde no encontraría las ganas de pelear por volver.

xPersonalidades;

Sammuel: Parece ser del tipo de persona que jamás está conectado con el mundo, siempre ensimismado, navegando entre sus pensamientos que pueden ser de lo más variado. Si se le habla en esos momentos saca ideas descabelladas o preguntas que parecen no tener relación alguna con lo que está ocurriendo. Aunque prefiere su soledad y le molestan los grandes grupos de persona, puede mantener conversaciones largas si encuentra algo o a alguien interesante. Se pasea constantemente con los audífonos puestos, incluso cuando no está escuchando nada para así evitar las charlas triviales y por lo general lleva un colgante para jugar con el y mantener su cabeza acallada puesto intenta mantener al autismo al margen de su vida al punto que solo sus cercanos lo saben.

Ryu: De personalidad efervescente, es del tipo de chico que parece no tener miedo de hacer el ridículo en cualquier lugar o entablar conversación con un completo extraño haciendo parecer que fueran amigos de toda la vida. Cuesta mantenerle quieto en un solo lugar y quizá esa es una de las pocas cosas que comparte con Sam y es que se aburre fácilmente de las actividades que realiza. Es altamente activo y parece que al hablar siempre está coqueteando, aunque en el fondo solo es en apariencia. Si a Sammuel le gusta pasar desapercibido, con él es imposible puesto desde su tono de voz animado, la eterna sonrisa en el rostro y su estilo al vestir llama la atención de los demás tanto de manera positiva como negativa.
Especie: Metamorfo de dragón

Edad: 25 años

Bando: Eli (Reina)

Fecha de entrada a Wishville: 21/11/2018

Nombre: Ariel Alice Walked Kingsleigh (OCUPADA)
@DracoSeaWv
Avatar: Barbara Palvin
Enfermedad Psicológica: Trastorno de Identidad Disociativo (TID)
Historia: Ariel creció siendo la hermana mayor de una familia de Trece hermanos junto a su mellizo Eric, educados en una estricta fe cristiana. Las normas impuestas por los padres hacían que todos los hijos reprimiesen muchas veces sus sentimientos, a tal punto de que la joven podía ver como sus hermanos menores se autolesionaban a escondidas.

Tanto era así, que su hermano Eric se escapó de casa, tan solo dejando a Ariel un número de teléfono, solo para emergencias, dejando a la familia desolada, poco después a los diecisiete años la joven empezó a desarrollar distintos caracteres alertando crecientemente a la familia de esta, que creyendo que estaba bajo el control de un demonio, acudieron a un sacerdote para que le hiciera un exorcismo, y aunque el sacerdote hizo de alguna forma que la chica volviese a ser ella misma, la familia de la joven no podía imaginarse de que en el fondo aquello no era ningún demonio, sino distintas personalidades intentando hacerse con el poder del cuerpo de la chica. Desde aquello pasaron algunos meses, meses en los que los padres vigilaban mucho más a su primogénita, meses en los que ni siquiera la dejaban ir a clase sola, en los que la aislaron más aún y en los que su única compañía era una de sus hermanas pequeñas, Mérida, que sin hacer caso a sus padres se colaba en la habitación de su hermana mayor para hacerle compañía.

Mérida era una niña de ocho años bastante inteligente para su edad, había estado observando a su hermana, y aunque en aquella casa no había nada de tecnología, si había una biblioteca gigante dónde su madre tenia libros muy interesantes sobre enfermedades físicas y mentales, fue allí, dónde por casualidad observó que su hermana mayor podía padecer TID, alertada por eso fue en busca de sus padres quienes, afligidos porque su pequeña se hubiera saltado las normas mandaron a la pequeña niña a un convento.

Pasó el tiempo sin que Ariel recibiese visitas, solo la de sus padres una vez por semana, escuchaba a sus hermanos menores, preguntar por ella, y por Mérida, y sus padres amenazaban a estos con enviarles lejos de allí. El miedo inundaba la casa, los días pasaban cuál letargo, y llegó el día de su cumpleaños. Sin embargo aquel día Ariel no estaba allí, no al menos en su mente, y mucho menos en su casa.

La noche anterior había salido de aquél cuarto, ayudaba por dos de sus hermanos, les prometió llevárselos a todos ya que iba a cumplir la mayoría de edad, se los iba a llevar lejos de sus padres, primeramente iba a rescatar a Mérida. Y así fue. El mismo día que cumplió los 18, Ariel, su hermano mellizo a quién había llamado por una cabina, y el más pequeño de hermanos, quien al ver a los mellizos no había dudado de meterse en el coche salieron disparados hacía donde se encontraba su hermana Mérida. No vamos a relatar el procedimiento por el que los tres hermanos tuvieron que pasar para poder llevarse a Mérida, simplemente, todos supieron qué sería Ariel quién después de aquello tuviera que tomar medicación, pues la tercera personalidad que había desarrollado, había hecho de las suyas.

El ambiente de vuelta a casa, se cargó inmediatamente de terror, cuándo varios coches de bomberos, de policías y ambulancias acordonaron la zona. El padre y la madre habían provocado un incendio, quemando a todos sus hijos dentro. Los cuatro hermanos que miraban horrorizados cómo uno a uno los cuerpos de sus hermanos salían sin vida, junto a el de su madre que tras haberse dado cuenta de lo que había hecho se había suicidado. Su padre estaba esposado, con quemaduras por todo el cuerpo, los cuatro jóvenes empezaron a llorar a lágrima viva, sin dejar que se acercase nadie, Ariel se encaminó hacía su padre a quien con sangre fría, dejándose llevar por su tercera personalidad le cortó el cuello, sin escrúpulos, mientras su mente empezaba a viajar hasta un mundo muy lejos de allí.

xPersonalidades:
Ariel: La personalidad m´ss tranquila, es la que mas predomina, es constante, bastante cabezota y alegre en la mayor parte de ocasiones
Erza: Caótica, sale a la luz cuándo algo le hace enfadar llevándose todo a su paso, sin pensar antes de actuar y solo actuando en pocos casos, es aquí cuando la despersonalización hace su aparición, casi siempre agravando el suceso por el que Erza se hace con el control del cuerpo.
Pandora: Explosiva, el lado más sensual de Ariel, se deja llevar en las situaciones más carnales, es coqueta, y dulce cuándo lo pretende, es bastante impulsiva al igual que Erza
Especie: Metamorfo de dragón marrón
Edad: 18 años
Bando: Eli (Reina)
Fecha de entrada a Wishville: 14/02/2001

Nombre: Mérida Walked (OCUPADA)

@Merida_WV
Avatar: Thylane Blondeau
Enfermedad Psicológica: Trastorno de Identidad Disociativo y trastorno de estrés postraumático
Historia: Como sus trece hermanos, Mérida creció en una familia con una estricta fe cristiana. Sus padres se encargaban de aplicar todas las normas que consideraban morales en sus hijos, haciendo que estos se reprimieran en actuar y sentir, sin pensar que esto podría generar daños irreversibles.

La primera de estas consecuencias se dio cuando su hermano mayor Eric se fue de casa y a continuación su hermana Ariel fue poseída por un demonio, como lo decían sus padres en busca de alguna explicación; tomaron medidas drásticas hasta el punto de mantenerla encerrada en su propio cuarto sin recibir más visitas que las de Mérida cuando desobedecía la orden. Nada de todo eso pintaba bien, por lo que la pequeña decidió darse un paseo por la peculiar biblioteca de su madre y después de tanto leer descubrió que su hermana estaba presentando síntomas de TID.

Pensando en lo mejor para Ariel, la menor no dudó en contarles a sus padres acerca de su más reciente hallazgo sin llegar si quiera a imaginarse las consecuencias. El día después de de haber platicado con sus padres, Mérida se encontraba ya en un convento a petición de ellos. Sus primeros días le eran indiferentes en medio de los planes que hacía mentalmente para escapar de ese horroroso lugar y la rutina a la que se debía adecuar para no llamar la atención.

Pero, días después, se encontraba en la biblioteca del lugar a altas horas de la noche con un libro acerca de la biología humana abierto sobre su regazo; no lograba concentrarse por la cantidad de trabajo que estaba realizando su cerebro en ese momento para diseñar el plan de escape perfecto, además de la repentina llegada de la madre superiora que la miraba con reproche y la llevó hasta su despacho.

Lo siguiente, muy a su pesar, son recuerdos lúcidos en la cabeza de la joven; estando en el despacho, la hermana comienza a darle la reprimenda habitual por desobedecer las ordenes y finaliza su discurso acorralándola contra el escritorio propinándole un golpe severo en la cabeza.

Todo era oscuridad hasta que por fin logró abrir sus ojos encontrando a la misma superiora violándola, no sabia cuanto tiempo había transcurrido y todo el cuerpo comenzaba a dolerle; es justo ahí cuando aparece su segunda personalidad, que es la encargada de quitarse a la superiora de encima y aparte de esto dejarla inconsciente en el suelo.

Esto le trajo aún más problemas, porque a pesar de haber escapado con vida de una experiencia tan traumática, ahora tenía dos personalidades y una fama no tan buena en el convento.

Creía que ya todo estaba perdido hasta que sus hermanos lograron rescatarla de aquel lugar para volver a casa, en el camino todo era felicidad debido a el reencuentro, pero cuando llegaron al lugar, Mérida sentía como su corazón se rompía en mil pedazos al percatarse de la muerte de sus hermanos y su madre.

No sabía cómo actuar en el momento, por lo que se quedó en su sitio, viendo a su hermana ir hacia el criminal de su padre sin ánimo se hacer nada para detenerla.

Gracias al incendio la pequeña tuvo que ir con una familia de acogida aún peor que la propia de la que provenía; esto causó más daños a lo largo del tiempo, en el que se veía forzada a visitar al psicólogo en paralelo a las manifestaciones cada vez más notorias de ambos trastornos; a sus 16 años un brote de ellos es el causante de su llegada a Wishville.
Especie: Metamorfo de dragón
Edad: 16 años
Bando: Eli (Reina)
Fecha de entrada a Wishville: 08/01/2019

Nombre: Adrian Lawlor (OCUPADO)

@youngwxlfwv
Avatar: Matthew Bell
Enfermedad Psicológica: Esquizofrenia
Historia: En el otoño de 1970 un pequeño regordete llegó a la familia Lawlor. Trayendo felicidad a la vida de su madre, quien cuidó de él como a un tesoro. La infancia del pequeño Adrian comenzó a transcurrir sin contratiempos exceptuando el hecho de que, por más que lo intentara, su padre no le prestaba atención. Su madre, claro, siempre estuvo ahí para consolarlo, pero dejó de hacerlo cuando el pequeño tuvo más edad, por ahí de sus 8 años, preocupándose solo de que su niño mantuviese las maravillosas calificaciones que tenía. Solo, sin madre ni padre para darle cariño, el niño comenzó a alejarse de sus pequeños amigos cercanos. Ya no salía al patio a jugar, salía de su habitación solo para comer pero para la fortura de su madre sus notas se mantenían. Era lo único que parecía importarle ahora.

Corría el doceavo año de su vida cuando la voz en su cabeza se hizo presente por primera vez. Al principio, el muchacho no entendía de donde venía pero al pasar el tiempo se volvió su única compañía, su único amiga. Y como era de esperarse, en la escuela comenzó el acoso, nadie veía bien a un niño que hablaba solo por ahí, asegurando que alguien le respondía de vuelta. Después de un par de años de lo mismo, la misma voz en su cabeza le dijo que sería mejor ocultarlo todo. En casa, sus padres ni siquiera le prestaban atención, su padre aseguraba que solo quería ser mimado y que se comportara como un hombre.

Así que así pasaron los años, entre burlas de sus compañeros y la ignorancia de sus padres hacia la ezquizofrenia de su hijo quien había formado un lazo su enfermedad, con la voz que le hablaba todos los días hasta que el chico cumplió los veintidós años. Los maestros de su universidad se enorgullecían de su inteligencia, pero se preocupaban de su situación. Habían intentado varias veces hacerle ver a un psicólogo pero su mejor amigo se lo negaba, el no estaba mal. Tal vez un poco deprimido por el rechazo de sus padres pero lo tenía a él, la voz, para consolarlo siempre. Así que escapó de cada sesión, de cada cita que sus maestros agendaban y se escabulló una y otra vez. Sus maestros nunca lo habían pensado, pero el joven se pasaba aquellas horas en el salón de música, perdido en las teclas del piano o en las cuerdas del violín mientras mantenía conversaciones casuales con su enfermedad. Con su apariencia tan seria, dejaba ver que solo su carrera, leyes, era lo único que podía importarle.

Así pues iba corriendo el año para el joven, quien se encontraba rebuscando en su cocina cuando el timbre sonó. Al principio había ignorado aquello, pero minutos después la voz de su madre se hizo escuchar, fuerte y firme desde la puerta, captando la atención de su hijo.

"Ve". Susurró su amigo dentro de su cabeza, y el moreno asintió, siguiendo la voz de su madre que cada vez se hacía más clara. Cuando estuvo cerca del umbral se asomó, su madre apareciendo con el ceño funcido, un hombre ya entrado en la vejez frente a ella con gesto sin vergüenza, coqueto.

—Ni siquiera pienses que voy a hacerlo, Carlo. No me importa cuántas deudas tengas que pagar, no voy a prestarte ni un solo centavo —su madre estaba casi gritando a aquellas alturas, sus brazos pasando desesperadamente por su cabello.— Después de lo que hiciste, ¿como tienes el descaro de venir a mi casa a pedirme dinero?

Las cejas de Adrian se alzaron con sorpresa ante las palabras de su madre y asomó más su cabeza, captando la atención del hombre de ojos azules, su cabello rizado como el propio moviéndose mientras giraba su cabeza hacia él y sonreía.

—Este debe ser nuestro hijo, ¿no? Se parece tanto a mi cuando tenía su edad. Espero que solo le hayas dicho cosas buenas de mi —su madre se tensó, girándose lentamente hacia un aturdido Adrian, sus ojos azules como los de ella abriéndose mientras asimilaba aquella nueva información. La voz en su cabeza dejó escapar un "Oh, oh" bajo mientras su madre le daba una mirada de disculpa. Todo tenía sentido ahora, el porqué su padre jamás se había fijado en él, por que no era su hijo. Carlo, su verdadero padre sonrió, abriendo los brazos hacia el joven aún aturdido.

—Ven, hijo mío —dijo con suavidad, pero su madre ya estaba empujándolo fuera, furiosa.

—Después de dejarme sola, de no responder mis cartas —grito, hablando con cada empujón.— Después de que pasé sola los primeros meses hasta que Michael llegó a mi vida te presentas aquí, me pides dinero y ahora le hablas a MI hijo como si nunca hubieras desaparecido, ¡Vete al infierno! —su madre siguió empujando al viejo, y Adrian, sin saber que demonios hacer, corrió a su habitación. Las últimas palabras que escuchó de su madre fueron "Ojalá te mueras", y se encerró, su cuerpo acurrucadose en su rincón favorito junto a la ventana mientras tomaba respiraciones pesadas. Si su padre, padrastro, lo viese se reiría de él, de su forma infantil y débil de actuar. Abajo, su madre seguía gritándole al anciano, a ese que los había abandonado tanto tiempo atrás.

"Psst, Adrian. Tengo una idea". Murmuró la voz en un susurro urgente.

—¿Que idea? —susurró de vuelta el muchacho, aferrándose a sus rodillas.

"Tal vez podamos hacer a tu madre feliz. Escuchaste lo que dijo, ¿verdad? Ojalá te mueras, eso es lo que ella desea para el bastardo. ¿Por qué no cumplirlo? Tu madre te amaría por eso". Una mentira, una vil mentira de esa voz, pero él no lo sabía, no sabía que se estaba condenando cuando asintió.

—Te escucho.

Su madre, ni el bastardo se dieron cuenta cuanto el muchacho se escurrió de nuevo a la planta baja, ignorando sus alaridos. No se dieron cuenta cuando tomó uno de los bonitos cuchillos de cocina de su madre, tan afilados que cortaban una hoja con facilidad, y lo deslizó en uno de sus bolsillos, ocultándolo con su camisa. Esperó a que aquel hombre por fin se fuera y salió por la puerta de atrás, siguiendo su curso varios metros por detrás de él hasta que esté entró a una vieja casa. Fue tan fácil para el muchacho deslizarse dentro de su patio trasero. Tan fácil escabullirse entre las plantas. Observando, esperando. Su amigo le había dicho que debían actuar por la noche, más aún porque un hombre con los mismos rizos que él sujeto y él ya lo esperaba dentro. Su hermanastro, probablemente, por el gran parecido que había en ambos, el hijo feliz era una copia de su malnacido padre.

Las horas pasaron largas hasta que el hombre se marchó, el reloj en su brazo marcando las nueve de la noche.

—¿Es hora? —susurró a la voz, su único compañero en la misión de hacer feliz a su madre.

"No, espera a que las luces se apaguen, luego una hora después de eso, deja que se vaya a dormir, y no hagas ruido". Y una hora y media después, cuando el silencio reinaba, el muchacho se deslizó dentro de la casa, el dueño tan ingenuo como para dejar su puerta trasera sin cerrojo. Observó cada detalle de aquella casa, la cual no era tan futurista como la suya pero tampoco estaba en un estado deplorable. Escupió en la baldosa de madera y siguió su camino a las escaleras. Ahí, antes de subir, un destello de color captó su atención. Las fotos se alineaban a lo largo de la pared, casi todas ellas mostrando a una muchachita de cabellos naranjas sonriendo de forma pretenciosa a la cámara. Una mueca de desagrado apareció en la boca del muchacho y subió los escalones que lo separaban de su objetivo. Le costó adivinar que habitación era la de él pero al final dio con esta y se deslizó dentro, sacando el cuchillo de su pantalón.

Lo observó dormir por unos largos segundos, tal vez un minuto entero, antes de cubrir su boca, apretar esta con odio y para cuando el anciano abrió los ojos, Adrian ya había enterrado el cuchillo en su pecho, su boca callando el gemido que escapó de la boca de Carlo. Sus manos intentaron alejar las de Adrian pero estaban muy débiles ya, y, lentamente, su padre fue cayendo en la inconsciencia hasta morir.

Esa noche, ensangrentado y acurrucado en su cuarto obedeció la voz en su cabeza de nuevo. Apuntando el cuchillo y cerrando los ojos se apuñaló, pero no hubo dolor, no, y cuando abrió los ojos, Wishville le dio la bienvenida.
Especie: Metamorfo de lobo
Edad: 22 años
Bando: Eli (Reina)
Fecha de entrada a Wishville: 22/07/1991

Nombre: Juno Perséfone (OCUPADA)
@MxthxxrfxxkxrWV

Apodo: Lua

Avatar: Bridget Satterlee
Enfermedad Psicológica: Trastorno explosivo intermitente
Historia: La historia del como sé conocieron estos dos es muchísimo antes de Wishville por lo que no hay mucho que contar, al menos que sean unidos a Lia, pues sabrán todo acerca de ellos.

Pero una vez que Lia y Dustin sé encontraron en aquel lugar, ambos se enamoraron y su amor era tan fuerte que juraron estar siempre juntos tanto que Lia había enlazado su vida con la del lobo y de todo ese amor sé estaba formando la pequeña Lua en su vientre.
Aquello era una maravilla y seria una gran noticia para Dustin, después de los acontecimientos de New York y la perdida del primer bebé de ambos. Pero nada pasó como se debería pues Dustin se marchó y Lia supuso que era por todo aquello que había vivido.

Pero aun así, la castaña había jurado proteger a la pequeña con su vida, cosa que hizo.

Primeros años de vida:

1 a 5 años : En esta etapa, la pequeña era muy hiperactiva, tanto que algunas veces sé metía en problemas pero a pesar de su corta edad, Lua era muy responsable de sus actos y muy madura; algunas veces era chiflada pero solo con un circulo pequeño de familiares adoptivos.

5 años

En esta etapa, Lua desarrolló el trastorno hereditario de su padre, TEI. Una etapa donde mas que hiperactividad era enojo tras enojo pero Lia siempre supo como mantenerla al margen pues a pesar de ser una niña con un fuerte temperamento y algunas veces cansar a la gente con su seriedad u alegría que no podía controlar, su madre siempre sabia como educarla y ella respondía positivamente.

Su vida aun esta en pleno desarrollo, pero la Lua tiene gente a su alrededor que le enseñen a tomar el camino correcto mas Lia no la ha forzado a que tome el suyo, siempre dejando a su hija ser independiente y tomar sus propias decisiones, Lua es una chica independiente y fuerte, un poco parecida a su madre.

Ya adulta.

Los años pasaron. Fue entrenada por su madre y por los lobos de la manada. Su madrina, la reina Elizabeth, fue quien le dio clases. . . los primeros años de su vida pues al pasar el tiempo la coyote era mucho mas independiente. Muchas de esas sé perdía completamente de la manada o de la vista de su madre. Tal vez buscando por su padre o simplemente alejándose del doloroso recuerdo de no tenerlo junto a ella. La joven metamorfo creció en un lugar lleno de amor pero siempre preguntándose por su padre, el cual había desaparecido por mucho tiempo y su madre, le había negado el conocerlo o al menos por fotos o su nombre así que Lua desconocía cómo era él.

Perfeccionó su entrenamiento, haciéndose una experta en las batallas, siempre buscando pelea con otras especies para entrenar. Puede que su único defecto era el sentir apreció por la gente o al menos porque entre su desarrollo fue perdiendo el contacto con bastante de ellos.

En la actualidad: Suele vivir apartada de su madre, a veces perderse por semanas o meses por el simple pretexto de que Lia no habla sobre Dustin. Sé dice que Lua lo estuvo buscando por las montañas e incluso pidió la ayuda a Elizabeth pero esta sé la negó porque sabia las consecuencias de volver e encontrar al padre. Lua emprendió un viaje para ir en su búsqueda y fue donde Lia le perdió el rastro.
Especie: Metamorfo de coyote

Padres: Lia (Metamorfo) y Dustin (Metamorfo)
Edad: 25 años
Bando: Eli (Reina)
Fecha de nacimiento: 10/05/2018

WISHVILLE

ROL

~Metamorfos~